jueves, 12 de febrero de 2015

LO QUE NO SE ATREVEN A PREGUNTAR SOBRE EL SEXO ANAL


Es un hecho que dentro del propio sexo existen temas tabú, y cuánto más morboso o poco frecuentes sea, más interesante nos parece, aunque no lo reconozcamos abiertamente. Incluso a veces somos capaces de darnos por entendidos en según que temas por vergüenza a reconocer que no lo practicamos, como por ejemplo el sexo oral o el sexo anal. Por que claro, todos lo practicamos…¿o no?
Hay miles de prácticas a realizar y descubrir, pero eso no significa que las tengamos que llevar todas a cabo, ya que cada uno de nosotros tiene sus gustos y preferencias. No todo lo relacionado con el sexo nos excita y nos parece placentero. Por tanto, en prácticas sexuales no hay nada escrito, lo que me parece placentero a mí, puede que al vecino no, y viceversa.Nuestra sexualidad puede ser tan amplia como nosotros queramos.
Pero, ¿qué pasa si queremos probar cosas nuevas? Nadie nos prohíbe pedir por esa boquita, otra cosa es que nuestra pareja sexual esté de acuerdo o no, pero por pedir que no quede. ¡Ojo! Pedir no significa imponer ni obligar a nada, está claro que si la otra persona se opone, tendremos que respetarlo, así como nosotros esperamos que se respeten nuestras preferencias. Por eso es importante la comunicación, podemos llevar a cabo otras prácticas que nos resulten igualmente placenteras y divertidas.

En torno al sexo anal

Una de las prácticas menos habituales (para algunos) es el sexo anal, una práctica abiertamente demandada por el hombre heterosexual, y fácilmente rechazada por la mujer heterosexual…¿o no? En sexualidad no podemos dar nada por sentado. Si bien es cierto que a los hombres les atrae la idea de las relaciones anales porque pueden llegar a ser muy placenteras, ni a todos los hombres les gusta, ni todas las mujeres se niegan a ello.
¿Por qué tanto interés? Como ya sabemos, cuánto más “prohibido” es algo, más nos interesa y creemos que a base de insistir conseguiremos nuestro objetivo. A parte de esto, es cierto que cuando el esfínter se contrae puede producir más placer en el pene ya que lo abraza con fuerza, pero igualmente si la mujer fortalece y ejercita sus músculos de Kegel puede producir la misma sensación a través de la penetración vaginal. Por otro lado, si la mujer aprende a disfrutar de la penetración anal, el esfínter se relajará y será una penetración muy similar a la vaginal.
¿Por qué tanto rechazo? El sexo anal suele estar relacionado con dolor y es visto como “algo sucio”. Obviamente puede ser doloroso si no preparamos y estimulamos bien la zona, si no la cuidamos como toca y no aprendemos a hacerlo de forma placentera y segura. Nos puede parecer incómodo por miedo a que durante la penetración salgan restos fecales, y por ello obviamos esta zona. Como ya se dice: “es un agujero de salida, no de entrada“.
Cabe tener en cuenta que el sexo anal, como cualquier otra práctica sexual, puede ser muy excitante y placentera para muchas personas, ya que el perineo y el ano constituyen un área de gran sensibilidad al poseer miles de terminaciones nerviosas. Pero cuando hablamos de sexo anal no sólo nos referimos a hombres que penetran a mujeres, también pueden ser mujeres que penetren a hombres (ya sea con un dedo, juguete erótico, etc.), ya que el punto Pdel hombre se estimula a través del ano, entendiendo que esto no significa que sea homosexual. Así como tampoco es una práctica exclusiva de hombres que tienen sexo con hombres.

¿Cómo practicar sexo anal de forma saludable y placentera?



Primero de todo debemos tener en cuenta que si llevamos a cabo esta práctica sexual es porque nos apetece, nos resulta placentera, queremos experimentar, etc; pero no por complacer a nuestra pareja sexual ni por imposición ni obligación. Para ello podemos seguir una serie de pautas que resultan útiles:
– El esfínter es un músculo que se dilata y se contrae con facilidad, por tanto es común que se resista a la penetración. Para ello es necesario estar relajado, podemos empezar con un masaje anal, es decir, estimular la zona con los dedos o un vibrador. Hay juguetes eróticos exclusivos para sexo anal, son juguetes con una base que, al penetrar analmente, hacen tope para evitar que el esfínter lo succione y quede dentro.
– A diferencia de la vagina, el ano no autolubrica, con lo cuál es importante lubricar bien la zona, los dedos, el pene o los juguetes eróticos que utilicemos. Podemos encontrar una amplia variedad de lubricantes en tiendas especializadas, así como lubricantes que facilitan la dilatación anal.
– Al ser una zona sensible, se recomienda ir poco a poco, estimular primero externamente e ir introduciendo los dedos o el juguete. Si la persona está relajada, el esfínter empezará a dilatarse.
– Si la persona que va a ser penetrada está disfrutando con esta estimulación, podemos introducir el pene. Es aconsejable realizar penetraciones suaves y paulatinas, para que el ano vaya dilatándose poco a poco y se adapte al tamaño del pene.
– El uso del preservativo es recomendable ya que la mucosa rectal es una vía de entrada de virus y bacterias, mientras que también nos protege ante cualquier ETS. OJO! No debemos utilizar el mismo preservativo para penetración anal y vaginal por la presencia de bacterias, es importante utilizar uno diferente cada vez. Si no utilizamos preservativo, debe haber una adecuada higiene del pene, dedos o juguete erótico para cada tipo de penetración.
– Si nos preocupa encontrar restos fecales durante la penetración, cabe tener en cuenta que cuánto más profunda sea ésta mayor probabilidad hay de que así sea. Así bien, podemos evacuar antes de realizar sexo anal o realizar una penetración menos intensa.
– Existen diferentes posturas para practicar sexo anal, podemos buscar la que nos resulte más cómoda para que la persona penetrada pueda controlar la penetración, el ritmo, la intensidad, etc. según le resulte más placentero.
– Al ser una zona más delicada es importante no forzarla, si la persona que va a ser penetrada no está a gusto o no le resulta agradable, no debemos continuar. Como cualquier otra práctica sexual, conlleva un tiempo de aprendizaje y con una práctica adecuada aprenderemos a realizarla de forma segura, cómoda y relajada.
Cada uno de nosotros decide cuándo y con quién llevar a la práctica el sexo anal. Es una práctica más dentro de la amplia variedad que existe. La llevan a cabo parejas heterosexuales, bisexuales, lesbianas y gays….no es una práctica exclusiva de ninguna orientación sexual, no es perjudicial para la salud y puede ser muy excitante y placentera.